06-09-2013
MEDIO: La Discusión
Todo sobre la anestesia en el parto
A pesar de la profesionalización, aún el riesgo cero no existe. Sin embargo una anestesia bien aplicada por especialistas es segura.
Al momento de conocer que se está embarazada uno de principales temores y disyuntiva es acerca del uso de la anestesia.
Los mitos que giran en torno a esto van desde que el bebé se puede dañar hasta la posibilidad de quedar parapléjica.
Actualmente más del 95% de las mujeres que se atienden en el sistema privado de salud, reciben anestesia durante su parto. Una cifra que en el caso de la salud pública oscila entre un 30 a 50%, a pesar de que está considerada como garantía explícita en el Plan Auge. La analgesia más efectiva en el trabajo de parto es la regional, con las técnicas epidural y combinada (epidural más espinal) como las de mayor utilización.
Uno de los miedos más importantes que sufren las mujeres es si efectivamente existen riesgos de quedar parapléjica. Las probabilidades existen, pero son muy pocas, sólo 1 en 300 mil casos.
“Tendría que producirse una ruptura de un vaso en el espacio epidural y un hematoma en esa zona, lo cual produce dolor y bloqueo de la sensibilidad y la capacidad motora. Si así y todo ocurriera, un buen especialista sabe como actuar y evitar consecuencias catastróficas. En estos casos, la indicación es que el médico vacíe el hematoma, en menos de 6 horas. Con ello la paciente se recupera en un 100%”, señala enfático el Dr. Héctor Lacassie.
Otro de los mitos es si la anestesia le puede hacer daño al bebé. Según los especialistas ocurre todo lo contrario, es el dolor de la madre lo que puede hacerle mal al feto, porque el dolor libera una hormona que favorece el alza de presión en la madre lo que produce vasoconstricción. Ello disminuye el normal flujo sanguíneo uteroplacentario que mantiene las funciones vitales del feto. El alivio del dolor y estrés maternos que provee la analgesia mejora las condiciones del feto durante el parto.
Así tampoco detiene las contracciones, por lo tanto tampoco alarga el parto.
El dolor de espalda tampoco es una consecuencia ya que el dolor que puede llegar a sentir una mujer después del parto se asocia al efecto del tamaño y peso del abdomen sobre la espalda.
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