Comunicados SACH

27-11-2014

“Hay medicamentos comprobadamente mejores y más baratos que los derivados de la cannabis para el tratamiento del dolor”

Así lo afirma el Dr. Marco Guerrero, Presidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACh), miembro de la mesa de trabajo que varias sociedades científicas han convocado para revisar la Ley de Drogas y voz autorizada para analizar y dimensionar el real papel que los derivados de la cannabis tienen hoy en el tratamiento del dolor, al calor del reciente debate por el uso terapéutico de la marihuana.

Una de cada cinco personas en países desarrollados y dos de cada cinco en países subdesarrollados se ven afectadas por algún tipo de dolor, en el año 2025 en nuestro país, se estima que habrán alrededor de 3.5 millones de personas mayores de 60 años, quienes en un alto porcentaje, presentan algún tipo de dolor crónico no oncológico lo cual lo transforma en un problema de salud pública de envergadura mundial que vuelve a traer al debate a los “cannabinoides” y su real papel en el tratamiento del dolor.

El caso de Cecilia Heyder, chilena que padece cáncer de mamas y lupus y que logró conseguir el permiso del ISP para traer a Chile Sativex, medicamento a base de marihuana, vuelve a poner el foco en una pregunta crucial: ¿son realmente efectivos los derivados de la cannabis para el tratamiento integral del dolor?.

El Dr. Marco Guerrero, Presidente de la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACh), responde con la autoridad que le confiere su especialidad. “Es efectivo que a nivel cerebral se ha comprobado un efecto inhibitorio del dolor por parte de los cannabinoides, ya que la percepción del dolor es un proceso cerebral que llevan a cabo las neuronas, muchas de las cuales tienen receptores de cannabinoides. Sin embargo plantearlo así lleva a confusión a la población, porque el hecho de que la molécula de cannabis se adapte a un receptor, no significa que ese receptor esté diseñado biologicamente para la cannabis. Cuando se habla demagógicamente y se lanza esta información se le transmite a la gente la idea equivocada de que si hay receptores, quiere decir que la cannabis es algo natural y bueno y eso no es así”, puntualiza.

El especialista califica como irresponsable y prematuro sugerir como opción absoluta a los derivados de la cannabis para el tratamiento del dolor. “La morfina es la droga de referencia del dolor, se conocen sus efectos adversos y que dosis se debe dar según el peso, talla y características fisiológicas de una persona. Sin embargo, con los derivados de la cannabis, no hay ninguna certeza todavía”, afirma el Presidente de SACh.

A juicio del Dr. Guerrero, lo que explica la falta de evidencias clínicas sobre los medicamentos derivados de la cannabis tiene que ver con su alto costo. Esto, por ejemplo, llevado a números se traduce en que el medicamento más caro derivado de la morfina, es 10 veces más barato que uno derivado de la cannabis.

“Creo que es importante tener claro el real foco de esta discusión en torno al uso terapéutico de los derivados de la cannabis. Lo primero que se debe hacer es garantizar a los pacientes el acceso a un profesional de la salud que pueda tratar el dolor; segundo, usar los recursos que tenemos y que ya tienen evidencia científica de sus cualidades comprobada; y tercero que si hay pacientes que se escapan de los dos criterios anteriores, entonces revaluar la posibilidad de administrarles alguno de estos derivados de la cannabis pero siempre en base a información seria que se apoye en evidencia científica” concluye.

COMPARTIR EN REDES SOCIALES

Facebook Twitter LinkedIn WhatsApp Copiar enlace VOLVER