17-04-2016
El Dr. Rodrigo López viaja a fines de Mayo nuevamente junto a un equipo multidisciplinario a enseñar y brindar su ayuda en el Hospital “El Buen Samaritano”, en la ciudad de N’Djamena, la capital de Chad.
Desde que estaba en el colegio que el anestesiólogo Rodrigo López (36), quien trabaja actualmente en el Hospital Clínico de la Universidad Católica y es miembro de la Sociedad de Anestesiología de Chile (SACH), se sintió atraído por las historias que escuchaba sobre médicos que viajaban a África para ayudar en lugares devastados.
“Supe que quería ser como las personas de esas historias y, cuando salí de cuarto medio, entré a estudiar medicina. Pasó el tiempo y siempre tuve la sensación de querer cumplir ese sueño, pero no fue hasta el 2009 que tuve la suerte de conocer a un médico chileno, quien vive hace más de 20 años en Chad, en África Central”, cuenta Rodrigo.
Fue así como viajó por un mes a dicho país de África. Allá lo recibieron con hospedaje y comida, lo demás corrió por cuenta suya.
“Después de ese viaje volví a Chile y quería devolverme al tiro. Fue una experiencia muy enriquecedora, porque conocí gente maravillosa, aprendí mucho y tuve la suerte de poder enseñar, ya que allá no hay anestesiólogos”.
El 2011 formó un grupo con dos anestesiólogos más y un traumatólogo. Esta vez llevaron insumos, libros, además de las ganas de ayudar.
“No ha sido fácil. También es muy fuerte vivir una realidad tan distinta a la que tenemos acá. Allá vi gente morirse de hambre o víctimas de situaciones extremas, como personas atacadas por animales salvajes o niños quemados en el proceso de hacer cerveza artesanal. Hubo momentos en que la pasé mal, pero vuelvo porque allá necesitan mucho de nuestra ayuda, sobre todo los estudiantes, a los que podemos transmitir nuestros conocimientos”
Entre la ayuda que llevan se encuentran libros de anestesiología, medicina general, medicamentos e insumos, los que sin duda resultarán de mucha utilidad allá.
“El 2013 y el 2014 volvimos. Este año iremos de nuevo, pero esta vez se sumarán un residente de anestesia, otros anestesiólogos y tres cirujanos. Toda ayuda es muy bien recibida, especialmente los medicamentos. Por ejemplo, allá hay muy poca morfina y usamos principalmente Ketamina y Halotano, pero hay situaciones en las que esto no es suficiente para lograr una analgesia adecuada”.
Realidad en África
El Hospital “El Buen Samaritano” es el sitio donde llegan personas de distintas zonas de África a tratar sus patologías. No sólo vienen de los sitios más poblados, también llegan personas de tribus lejanas, quienes manejan dialectos prácticamente desconocidos para los extranjeros.
“Me tocó aprender francés, porque es el idioma que se usa allá, pero lo habla la gente educada, por lo que nos ayudamos con los enfermeros y estudiantes, quienes hacen las veces de traductores. También se maneja mucho árabe. Todos los días es un nuevo desafío estar allá.”
Con una realidad donde predomina la extrema pobreza y la hambruna, resulta muy difícil obtener medicamentos. Es por eso que el Dr. López llama a la donación de medicamentos e insumos, ya que allá todo resulta útil.
“Lo que más se necesita son opioides, antibióticos como la Ceftriaxona, máscaras laríngeas, vías venosas, vías centrales, laringoscopios, oxímetros portátiles e incluso libros de medicina. En este momento estamos reuniendo estos insumos y cada donación es una forma de salvar una vida”.
Durante este mes, el Dr. López y su equipo estarán recibiendo ayuda para embarcarse a fines de mayo en un nuevo viaje al continente africano.
Sociedad de Anestesiología de Chile
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